Carácter y comportamiento

El carácter de los hámsters puede variar mucho según los individuos: los hay dóciles y tranquilos, y nerviosos y mordedores. Por norma general, son dóciles los hámsters que han sido manipulados con cuidado desde pequeños, y son tímidos o agresivos los que nunca han sido acostumbrados al contacto con la mano del hombre. 


Los hámsters rusos a parte de su pequeño tamaño, son animales más para observar que para tocar ya que tienen un temperamento más vivaz y activo. Los hámsters tiene el sueño muy profundo. Si se intenta coger un hamster con la mano mientras duerme, y se despierta del golpe, es muy probable que reaccione mordiendo. Las hembras que están criando también pueden comportarse con  agresividad y no deben ser molestadas.



Son curiosos y activos, de modo que observar sus actividades es muy divertido. Al ser animales nocturnos duermen de día, pero también tienen breves periodos de actividad diarios.
Cuando no duermen, la ocupación principal de estos pequeños animales es explorar el lugar donde viven.


Cuando encuentran comida la introducen en los abazones hasta llenarlos por completo. Una vez llenos, vuelven al nido, los vacían en la zona destinada a despensa y salen de nuevo a explorar. En estos animales, y también en otros roedores, se observa el fenómeno de la coprofagía (ingestión de las heces propias), ya que contienen sustancias nutritivas, especialmente vitaminas producidas por las bacterias intestinales.



Los hámsters pasan mucho tiempo ocupados en el nido, construyéndolo con el material que van encontrando en sus exploraciones. Son animales muy limpios que dedican bastante tiempo a la  higiene personal: se lamen cuidadosamente el pelo, ayudándose con las patas, tal como hacen los gatos.
Una ardilla rusa, cuando no duerme, nunca permanece sin hacer nada, Sobre todo a los ardillas jóvenes les gusta correr en la noria, una actividad que los puede tener ocupados durante horas cada noche.