Higiene


La higiene es una condición necesaria y esencial para que el hámster pueda evolucionar y desarrollarse adecuadamente.
Los hámsters, por naturaleza, son animales muy limpios y no desprenden olores, pues con frecuencia se limpian el pelaje con sus patitas delanteras y también el hocico después de las comidas. De todas formas, estos hábitos no serán suficientes para prevenir las posibles enfermedades. Los cuidados del dueño/a y la atención que éste brinde a sus mascotas, ayudarán notablemente a que el hámster se desarrolle dentro de unas condiciones higiénicas perfectas.
Se puede dejar las ardillas rusas en esferas mientras se limpia la jaula, o en una caja con agujero para que respiren y que sea a prueba de fugas.















Por lo tanto, hay que seguir un control riguroso de higiene y sanidad. Para ello, es necesario tener en cuenta las siguientes observaciones:
  • Limpiaremos la jaula una o dos veces a la semana, junto con los comederos y bebederos con agua caliente y en todo caso un lavavajillas suave. Si utilizamos lavavajillas debemos tener cuidado en aclarar todo perfectamente y que no queden restos de jabón pues puede ser peligroso para ellos.
  • Al menos una vez a la semana limpiaremos los barrotes de la jaula con un estropajo o un cepillo, para que no se depositen en ellos parásitos y no se conviertan en una fuente de microbios; ya que los hámster son aficionados a roer los barrotes de la jaula.
  • A diario limpiaremos los comederos y bebederos, y se cambiaremos el agua y los alimentos.
  • A diario también limpiaremos el rincón donde tengan por costumbre de orinar y limpiaremos las deposiciones y rellenaremos esta parte con lecho para la jaula.
  • Para el suelo de la jaula, utilizaremos arena, tierra gruesa, virutas de madera o heno, estos materiales se limpian con facilidad. 
  • La habitación donde coloquemos la jaula del hámster deberá tener una correcta ventilación, así como estar a una temperatura ambiente.
  • Tendremos que vigilar el no exponerlos a corrientes de aire, ni tampoco a cambios bruscos de temperatura, ya que ello podría perjudicar la salud.
  • Durante el verano resguardaremos la jaula del sol, pues los fuertes rayos podrían ocasionarles una insolación.
Baño

No es aconsejable bañarlos ya que son propensos a resfriados, además son animales muy limpios y se asean varias veces al día para mantener el pelaje en buenas condiciones. Si huelen mal, probablemente sea porque la higiene de la jaula es inadecuada. Si limpiamos la jaula el problema desaparecerá.
En caso de que el pequeño se ensucie mucho y haya necesidad de bañarlo por obligación, se puede lavar con agua tibia, sin mojarles la cabecita y sin jabón. Inmediatamente después lo envolvemos en una toalla limpia y lo frotamos suavemente hasta que esté seco. Luego hay que dejar la jaula en un lugar cálido y sin corrientes de aire durante varias horas ya que es peligroso que se resfríen y teniendo el pelaje húmedo, esto podría ocurrir.